Tuesday, June 12, 2007

Una Publicación del Perspectivas Estudio Adolfo Ruiz & Asociados Microeconómicas

Informe sobre economía, management y negocios - N° 96 – Junio de 2007
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Descanso por vacaciones: sólo miscelánea.



1. Decisivas elecciones porteñas.

En vísperas de las elecciones porteñas, al equipo de Perspectivas Microeconómicas se nos ocurrió tomar vacaciones. Pero es poco lo que podemos agregar a los comentarios de los principales analistas sobre ellas: Macri corre bastante cómodo, mientras Telerman y Filmus se descuartizan por casi el mismo electorado. Es probable que en la segunda vuelta –si es que Macri no gana por “capote”-, esa comodidad del candidato del Pro –a quien adherimos- disminuya o claramente desaparezca. De todas maneras, queremos destacar que los 3 candidatos de la elección, no son los mismos de siempre y ello constituye una muestra de renovación política. Comparando con otras elecciones, nos parece un lujo.

Quienes tuvieron la oportunidad de asistir al desayuno que –junto con Armando Ribas- convocamos en CondUces, conocen nuestro planteo de las 5 incógnitas que deberían estar despejadas no más allá de mediados de julio próximo: a) si se presenta o no Lavagna como candidato presidencial; b) Si gana Macri o no, en la 2ª vuelta de la Capital; c) si se presenta o no Scioli, como candidato en la provincia de Buenos Aires; d) si la inflación se agrava y cómo incide en la opinión pública; y e) si se produce o no un “enfriamiento” del consumo local, como consecuencia de causas externas o internas.

Las consecuencias de esta elección de los próximos días, pueden ser decisivas para condicionar tanto a los candidatos presidenciales (Kirchner y Señora, Carrió y López Murphy) como a sus respectivos discursos. Por primera vez en cuatro años, el Presidente perdió la iniciativa política y debió actuar por reacción. Desde la impensada decisión de Telerman al desdoblar los comicios porteños, la imagen del Presidente se ha ido descascarando y hasta muchos sectores de izquierda lo consideran ahora como un “mal menor”. No del todo repuesto de la derrota en Misiones, el avance de la inflación percibida, el “Skanska-gate” y la generalizada sensación térmica de anarquía reinante, han deteriorado su respetabilidad.

No cabe duda que el Jefe de Gobierno porteño desacomodó a Kirchner, que parece no saber qué hacer con su candidatura o la de su cónyuge, ya que una derrota significativa de Filmus lo puede obligar no solamente a competir personalmente por la reelección, sino a tener que reforzar la fórmula con una figura como Scioli –a quien querían alejar de la sucesión presidencial-, o con los muy apagaditos Solá o Reutemann. Y pensamos que, llegado ese caso, a su mujer tal vez tenga que mandarla a la provincia de Buenos Aires (porque, es sabido, que a ella –como a Scioli- “cualquier colectivo la deja bien”, al decir del periodista Fernando Laborda).


2. El imbatible contubernio del tandem Clarín-Techint con los gobiernos de turno.

En las últimas 6 décadas, tuvimos 25 años de gobiernos peronistas (o sea, un 42%), 18 años de militares (30%), y 17 años de gobiernos radicales (28%) [si incluimos a Frondizi]. Luego del primer gobierno de Perón –que estuvo basado en el nacionalismo cultural y económico, así como en la economía planificada-, estos tres sectores gobernantes, no tuvieron hojas de ruta innovadoras ni otras ideas, ante la menor sospecha de que pudieran herir el mínimo grado de popularidad de quienes habían alcanzado el poder. Se hizo casi siempre –a excepción de los primeros años de Menem- “lo que el pueblo quiere”. Peor aún, la más de las veces se improvisó o se sostuvieron posiciones deliberadamente ambiguas, lo que terminó de vaciar el contenido intelectual de las gestiones gobernantes y de los partidos o grupos políticos que las sustentaron.

En esos 60 años, como vimos, los gobiernos cambiaron pero la influencia y los buenos negocios del monopólico Grupo Clarín y del también monopólico grupo de la familia Rocca, permaneció incólume. Bajo diferentes eslóganes (antes “empresariado nacional”, ahora “productivismo”), este tandem manejó magistralmente la comunicación, la desinformación o, simplemente, el “ninguneo” de los políticos y dirigentes adversarios. El nuevo presidente de la Unión Industrial, Sr. Juan C. Lascurain –es sabido, un hombre de Techint-, sentenció pomposamente: “Los industriales no deben votar a neoliberales”, mientras seguramente se relamía con una nueva versión del BANADE, cuya quiebra por créditos incobrables otorgados a “industriales” pagó y continúa pagando el grueso de la empobrecida población argentina.


3. La situación económica preelectoral.

Después de 4 años de crecimiento innegable, la inercia y el “piloto automático” cumplen una eficaz función. Pero ya, ni el mismo Kirchner cree que ganan la elección presidencial hasta con “el ratón Mickey”, como afirmara a fines del año 2005. Como consecuencia de la falta de previsión a mediano plazo y a la improvisación de quien se sintió –ya no se siente- un genio de la economía, el desequilibrio de algunas variables no está produciendo un terremoto, pero se percibe un cierto cri-cri. Cualquier hombre de negocios o profesional presiente que “esto no dura”, como dijo Alfredo Gómez Morales cuando la “inflación cero” de Gelbard comenzó a deteriorarse.

El gobierno mantiene como fortalezas tangibles los superávits “gemelos” –balances comercial y fiscal-, pero cada vez se le torna más difícil mantener sin inflación el dólar sobre-valuado, para poder así conservar las retenciones a la exportación. Estas, junto al impuesto a las transacciones financieras bancarias, constituyen –según Roberto Cachanovsky- un 18% de la recaudación total y, como se trata de ingresos no coparticipables con las provincias, obliga a los gobernadores e intendentes a “sodomizarse” al poder central.

Según el citado economista, el 42% de la deuda pública es en pesos, y se ajusta por inflación. Si se estima –conservadoramente- una inflación de 12% anual, dicha deuda se incrementará 20.000 millones de pesos por año, lo que la transforma en impagable y producirá un nuevo default que será “pateado” mediante un canje. A ello se agrega el manoseo del INDEC, que ha permitido confundir a la opinión pública –aún la especializada- y a enmascarar el hecho de que, entre 2001 y 2007, el valor del dólar se ha incrementado un 7% más que el Indice de Precios Mayoristas y un 20% que el Indice de Precios de la Construcción.

Además, cada día surgen nuevos datos que sabemos producirán consecuencias negativas en el futuro, lo que termina por ahuyentar a potenciales inversores, tanto domésticos como internacionales. ¿Cómo es posible que se les otorgue una jubilación a 120.000 personas que nunca aportaron o bien, sólo lo hicieron algunos meses o por unos pocos años; y quién financiará ese regalo? ¿Cómo es posible que en Santa Cruz –ahora nos vinimos a enterar- un maestro figure con un sueldo de sólo $ 161, cuando percibe más de $2.000 por mes?[1]. Es decir, además de la evasión previsional superior al 45% que se registra, en estos casos no se pagan cargas sociales y cualquier observador se da cuenta que el sistema explotará más temprano o más tarde (hoy es el principal causante del gasto público).


4. El nuevo idioma de los mensajes de texto

La proliferación fenomenal de los mensajes de texto vía celular, no solamente produce consecuencias económicas negativas para las compañías de telefonía fija y móvil –e indirectamente al gobierno, por una menor recaudación del IVA-, sino que está cambiando los hábitos de escritura y de lectura de la población joven. En efecto, la casi total eliminación de vocales o su reemplazo por apóstrofes, está transformando nuestro ya deformado castellano en un idioma con preeminencia de consonantes y convirtiéndolo en un lenguaje parecido a los eslavos.

Sería por demás útil que las autoridades educativas –públicas y privadas- sugirieran a los educandos las desventajas de semejante mutilación idiomática, frente al ahorro de tiempo y pesos que ella brinda. Por ejemplo, la mayor dificultad para enseñar a los chicos sus primeras palabras escritas y leídas. Pero existe un problema mayor: la complejidad para elaborar poesías, algo fenomenalmente importante en el edad del amor. Porque, ¿cómo se puede escribir con este lenguaje “La sombra de tu sonrisa” o el más canyengue “Campaneando un cacho de sol en la vereda”?

Junio de 2007.

[1] Ambito Financiero, 02-05-07

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