Wednesday, August 29, 2007

Perspectivas Microeconómicas Nº 98, agosto 2007

Retrato de la 1ª Dama: un verdadero bluff político,
y nuestra opinión electoral para octubre.

Tiene derecho a ser candidata. Los
electores tenemos el de conocerla.
Lo malo es que la conocemos poco,
porque poco aparece en los medios,
salvo cuando está “producida”,
fotográfica y dicursivamente.
Por eso, intentamos componer
un retrato que ayude a nuestros
lectores a decidir en la próxima
elección presidencial de octubre.

1. Introducción.

Un investigador de culturas, Merrit Ruhlen, ha llegado a aventurar que la primera palabra humana sonó hace más de 100.000 años y fue la palabra “tik”, que quiere decir “dedo”[1]. Mil siglos después, en un país económicamente siempre “en vías de desarrollo” pero políticamente muy primitivo –la Argentina-, su Presidente designa “a dedo”, como candidata a sucederlo en su puesto, a su mujer. Un par de años antes, también con cultura “tik”, la había impuesto como candidata a senadora en representación de la provincia de su nacimiento, cambiando la banca senatorial que ejercía hasta entonces en representación de su provincia de adopción. Estos hechos, que la mayor parte de la ciudadanía parece aceptar con sumisión y sin vergüenza –lo que nos parece un ejemplo bochornoso y nos transforma en el hazmerreír hasta de los latinoamericanos-, es propio de “Costa Pobre”, esa mítica creación del fallecido cómico Alberto Olmedo.

Los griegos llamaban eustochia a la destreza de conjeturar correctamente, o sea, la habilidad o aptitud para construir hipótesis acertadas[2]. Nos permitimos aplicar lo que -limitadamente- creemos cierta destreza, para tratar de elaborar el “retrato” de la candidata seleccionada por nuestro primer mandatario –en rigor, nuestro primer mandante o “mandón”- para sucederle en su empleo. Veamos.

1. Al igual que su marido, es reacia al diálogo. Es un rasgo típico de quienes buscan imponer sus puntos de vista en lugar de convencer con ellos. Por eso, no soportan conferencias de prensa, se irritan ante los juicios contradictorios y no toleran reuniones grupales controvertidas. Vale transcribir un excelente párrafo de “Unidad o enfrentamiento”, de Federico Pinedo: “El diálogo sirve para entenderse, pero para poder dialogar es necesario estar dispuesto a entender, a tender puentes entre lo propio y lo ajeno, a poner el espíritu en actitud de aceptar que el otro puede tener razón. Esa es la esencia de la tolerancia. ... Cuando uno quiere ganar, entonces no quiere entender. Son cosas distintas. En un caso uno oye. En el otro uno intenta hacer callar”[3].

2. Tampoco, como su marido, siente vergüenza de su demagogia y de su “populismo” que, como dice Aguinis, “siempre crea un enemigo externo, uno interno y otro anterior”[4]. El político populista aplica permanentemente una lógica oportunista que desprecia a los gobernados y se basa en la creencia de que la mayor parte de la ciudadanía “no entiende” y tiene “poca memoria”. Es la misma lógica que la del “estafador”, que subestima a sus víctimas y hasta suele gozar con su “sometimiento”. La conducta esencial del Presidente –y creemos que a su señora no le incomodó durante los pasados cuatro años- es, como la de todos los populistas -de izquierda o de derecha-, una mezcla de: aplicar astucia con sus adversarios + traición con sus laderos + obtención de servilismo por parte de sus amigos. Por eso, lo han ido abandonando o aumentando sus críticas personajes que se constituyeron en sus apoyos iniciales más lúcidos (Torcuato Di Tella, José Pablo Feinman, Pacho y Guillermo O´Donnell, entre otros).

3. Dicen que ella, la señora de Kirchner, en algún momento expresó: “Jauretche, me abrió la cabeza”. Claro, demuestra 50 años de atraso. Porque se trató de un nacionalismo auténtico pero claramente ineficaz. Ideológicamente, le dio sustrato teórico –a nuestro juicio equivocado- a un sistema económico que nos empujó a la decadencia y al retroceso. Decimos, además, que resultó ineficaz porque nos llevó en un tobogán hasta 1992, y tal como claramente explicara el periodista de izquierda, Fernando Iglesias: “El “imperialismo” –nacionalismo de los países avanzados-, no puede ser combatido eficazmente con el “tercermundismo” –nacionalismo de los pobres-, sino con cosmopolitismo y globalización”[5].

4. “En la era de la globalización, un verdadero pensamiento democrático y progresista, no puede ser sino antinacionalista y mundialista”, afirma Iglesias[6]. Lo que no se compatibiliza con la tendencia pro-chavista del Presidente y con el deslumbramiento de su mujer, quien -por lo menos hasta hace un tiempo- sostenía entre sus íntimos: ¡Es Perón! ¡Es igual a Perón! Ambos –el matrimonio-, están fuera de época, porque hoy las empresas multinacionales han meta-nacionalizado la economía mundial y han desacomodado a los localismos territoriales, salvo en lo que se refiere a la tradición y la historia de los ancestros (valga un ejemplo sencillo: los productos con patente norteamericana, que son diseñados en Japón y manufacturados en China, ¿a qué “nación” pertenecen?).

5. Refiriéndose a esta simpatía por el ex-Coronel Chávez –que en verdad suena más a interesada que a sincera-, conviene recordar que el argumento utilizado por el matrimonio Kirchner –la “autodeterminación de los pueblos”-, ha sido siempre una cortina de humo para convalidar moralmente y dar respaldo a regímenes inmorales, que no respetan ni la vida ni los bienes de sus adversarios políticos. La “absolutización del principio nacionalista de la autodeterminación de los pueblos ... es (una) fuente inagotable de autoritarismo y opresión de las minorías”, dice nuestro ya citado Fernando Iglesias[7]. Por eso, creemos que esta supuesta tolerancia de la 1ª dama a la dictadura de Chávez, es una típica tolerancia suicida, porque tolera a la intolerancia[8].

6. Lo más curioso de esta posición progresista, es que está detenida en el tiempo. Hasta un insospechado intelectual de centro izquierda como Pacho O´Donnell lo destaca al preguntarse: ¿Es la centro izquierda inevitablemente ineficaz? Y responde: “Esa sombra parece estar expandiéndose sobre los partidos de ese signo a nivel mundial”, y agrega: “acaba de perder elecciones en Bélgica, en España, en Suecia”. Para continuar su artículo subrayando la parte sustancial del discurso de asunción del premier Sarkozy, en Francia, y terminar con dos frases impactantes: “Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente”, y parecería que “Hacer es lo mismo que proponer, y gobernar es lo mismo que anunciar”[9].


2. Sus posibles colaboradores

Veamos algunos comentarios acerca de quienes serían sus pocos colaboradores hasta hoy conocidos:
a. Ante todo, su marido, el “estratega” del “pingüinismo femenino”. El, es un verdadero bluff político que nos hace a acordar al film “Héroe por accidente”, porque llegó nada menos que a Presidente con el “padrinazgo” –confesión de la señora de Kirchner- de otro supuesto “estratega” ajedrecista, Eduardo Duhalde, “el manejador de tiempos”. Kirchner –gracias al acuerdo inicial con el Grupo Clarín y con buena parte del periodismo, sobre todo el llamado “progresista”-, impresionó a buena parte de la opinión pública como un líder fuerte y corajudo, similar a Alfonsín en su momento. Pero, poco a poco, muchos ciudadanos descubrieron que aquél era un dirigente que nos “corría con la parada”, tipo “agarrenme, que lo mato”. Y Kirchner, como él, también “se la creyó”.

El primer síntoma que hizo sospechar de la endeblez del actual Presidente como gobernante, fue la elección de su equipo de gobierno: unos pocos personajes grises pero de confianza, junto a algunos trasvasados obsecuentes, a uno que otro pavo real o figurón, y a varios resentidos sociales prontos para la sumisión. Desde luego, nadie que le pueda hacer sombra política ni intelectual. Es cierto que muchas veces, en la historia de los países o de la empresas, surgieron líderes que fueron exitosos, pese a sus significativos complejos de inferioridad y a su temor a la competencia. Y este sería uno de esos casos. Pero, en general, sus reinados supieron tener final abrupto y violento, porque no son individualistas por opción sino individualistas mesiánicos, y tienen un secreto temor a enfrentar adversarios de fuste aplicando un creciente autoritarismo.

Dice José Antonio Marina, “En las culturas muy individualistas los sujetos experimentan más emociones centradas en el ego: ira, orgullo o satisfacción por los logros. En las comunidades con sujetos más interdependientes ellos dirigen sus emociones hacia los otros: empatía y respeto”[10], en un párrafo que le cuadra al personaje presidente. Por eso, mantiene esa crispación permanente, junto a la iracundia a flor de labios y a una constante posición de víctima, jamás culpable de nada (y que, también como Alfonsín, se morirá pensando que “no lo dejaron hacer los cambios”).

Ahora bien, ¿por qué pensar que la señora de Kirchner sí puede hacer esos cambios? ¿por qué no pensar que se trata de otro bluff político; pura apariencia y poca sustancia? Nosotros creemos que, lamentablemente para la ciudadanía, también lo es. Sin duda que es mucho mejor actriz que él actor y, tal vez, menos solapada, más sincera o, creemos, algo menos macaneadora. Por ello, sólo podrá impresionar bien por menos tiempo de lo que pudo impresionar él. Quizás, hasta que su próximo doble discurso -como el que ejercitó con referencia al Consejo de la Magistratura, pasando de adalid a sepulturera de esa institución- quede al descubierto. Por eso nos parece que, si ganase en octubre próximo, la sociedad tendría –antes del 2009- una nueva desilusión colectiva en algo más de seis décadas. Además, esa búsqueda de impacto “aparentista” sólo puede deslumbrar durante el período de lanzamiento, porque luego habrá que enfrentar la realidad. Ambos cónyuges parecen no tener categoría para percibirla, pues parecen confundir “gestión con gesto”, por lo que “gesticulan pero no ejecutan” (Lavagna dixit).

Creemos que Néstor Kirchner se ha equivocado estratégicamente –salvo que la gravedad de su salud fuese mucho mayor a la que suponemos- y que este despreciativo “dedazo” le hace correr un doble riesgo: por un lado, el de no lograr un triunfo en la primera vuelta y, por lo tanto, estar expuesta su señora a un ballotage siempre incierto; y por el otro, a que ella enfrente un deterioro de la situación económica tal que no le dejase indemne a él para pretender volver en el 2011. En esta decisión parece haber actuado más su omnipotencia que su sagacidad.

b. Ahora bien, ¿quién es la primera espada “cristinista”? Pues nada menos que Alberto Fernández, el Jefe de Gabinete del actual Presidente. Un hombre éste, para quien cualquier medio utilizable para conquistar el poder es legítimo –aún los que tienen categoría de bajezas-, sobre todo, si con ellas destruye moralmente al oponente. Porque para él, vale la consigna de que “el mejor enemigo es el que está muerto” (metafóricamente hablando, claro). ¡Total, siempre hay tiempo de desdecirse! Pasó con Olivera en las elecciones de 2005 y, recientemente, con Mauricio Macri. En Perspectivas Microeconómicas no nos gusta utilizar argumentos ad hominem pero, ante la encriptación comunicacional de Cristina Fernández de Kirchner, no nos queda otro recurso que ahondar en sus principales colaboradores conocidos.

Alberto Fernández es una persona que no vacilaría en poner todo el servicio de espionaje estatal, a investigar debilidades humanas, incongruencias, fallas, contradicciones y hasta las costumbres sexuales de sus adversarios. Como todo personaje menor, carente de luz propia, necesita opacar a los demás para poder creer así, que ello le otorgará algo de luz a su pequeña figura, siempre pronta a las campañas arteras. Pero, como decían nuestras abuelas: “el que hurga en la roña, es un roñoso; el que revuelve la inmundicia, es un inmundo; y el que se revuelca en la miseria, es un miserable”. Si así procede su principal operador, ¿de qué cambio político nos puede hablar la señora de Kirchner?

c. En cuanto a sus futuros colaboradores en materia económica, Felisa Miceli -“la mujer de la bolsa”- no cuenta más, y también debiera descartarse a Romina Piccolotti en Medio Ambiente, por nepotismo ecológico. Por otro lado, los nombres de economistas que andan rondando (Blejer, Nofal, o Redrado, que no son todos de similar nivel pero que gozan de parecido respeto entre sus colegas), junto a la anunciada partida de De Vido y de Moreno, pueden aflojar en parte la crispación generalizada existente entre empresarios e inversores, aunque se dude de la calidad de su gestión debido a los frágiles escenarios que le deja su marido en materia de inflación y gasto público. Y el oscuro –aunque limpio desempeño- de Graciela Ocaña en el PAMI, no la torna en un personaje políticamente seductor. No obstante, el nefasto “albertismo” considera a la mujer del Presidente, una pieza insustituible para el enfrentamiento con Elisa Carrió.

d. Finalmente, salvo el actual Canciller Taiana –de tan gris actuación en el conflicto con las papeleras de Uruguay-, no se conocen hasta ahora otros nombres. Porque todo se hace depender de los distintos apoyos políticos que habrá de ir consiguiendo la candidata y, además, porque continuará con el esquema y el estilo de su marido: todo es coyuntura, no hay planes ni estrategias para el futuro, tan sólo reacciones improvisadas, voluntaristas o autoritarias. “Sólo podemos ver lo invisible, si se lo está buscando”, decía Sherlock Homes, y este “modelo” del matrimonio no busca nada, excepto quedarse en el poder, y olvidando aquello de que aún el más arriesgado explorador lleva un mapa o un croquis en su equipaje[11].

Conclusiones

1. Pensamos que, contra lo que afirmaba el Presidente hasta hace un año, el oficialismo ya no gana hasta con el Ratón Mickey de candidato. La inflación está descontrolándose por incrementos reales de costos y por la excesiva emisión destinada a sostener un dólar que tiende a bajar, aquí y en todo el mundo (el circulante que, en 1999 o 2001 era de poco más del 5% del PBI, ahora es del 7,8% y desde el 2004, no baja del 7%[12]). En contrapartida, el superávit fiscal tiende a decrecer y a evaporarse (en 2006, 2,7%). Y, por otro lado, recordemos que “Una recesión económica se produce cuando los niveles de producción y consumo alcanzados no pueden mantenerse. El derrumbamiento económico sucede cuando una recesión coincide con un excesivo nivel de endeudamiento”[13] (aunque es cierto que la recesión –de tener lugar- difícilmente sucedería antes de las elecciones).

2. Creemos que Néstor Kirchner cometió un grueso error al designar a su señora de candidata, lo que le puede significar una victoria a “lo Pirro”, o hasta una derrota. Ella tiene menores condiciones todavía que él, mucho menos experiencia de negociación política y carece de antecedentes en la función ejecutiva. Para el votante -aún el simpatizante del oficialismo- ello entraña un riesgo. Y todavía, no estamos totalmente convencidos de que no se de marcha atrás con su candidatura –alguna enfermedad oportuna mediante- y termine siendo, en definitiva, su marido el candidato.

3. Esta suerte de derechización –al menos aparente- del gobierno, deja un campo liberado para un candidato de izquierda. Originalmente, este gobierno comenzó con una visión tercermundista, laica, anti-fuerzas armadas, declarativamente nacionalista y con alta intervención estatal en la economía. Es casi imposible que su gobierno se aparte de ese matiz de izquierda, pero ello no será admitido públicamente y así el espacio podría quedar baldío y fértil para un postulante de centro izquierda.

Claro que, ni Sobisch, ni López Murphy, ni Puerta, pueden ocuparlo con credibilidad en esa postura, tal como dijimos en el resumen del análisis realizado para el desayuno del 18 de julio pasado. Quedan solamente Lavagna y Carrió: uno, con experiencia exitosa pero sin ningún carisma, y otra, con mucha llegada al votante pero sin gestión alguna como antecedente. Pensamos que, si hubiera ballotage –hipótesis posible-, alguno de ellos dos estaría entre los contendientes con Cristina Kirchner. Y nos parece que Carrió tiene más chances y mejor crédito que el ex ministro, que –es bueno recordarlo- acompañó a Kirchner por tres años.

4. En un país en que la situación económica es tan fluida y en el que los sucesos políticos son más volátiles que en otras sociedades, todavía podrían aparecer algunas sorpresas de aquí a octubre. No es imposible que la desesperación pueda llevar al Presidente a tomar medidas aventuradas: desde un rompimiento con el Reino Unido por la cuestión Malvinas, hasta decretar el Estado de Sitio por las protestas políticas que surgirán; desde reemplazarla a ella como candidata, hasta intervenir alguna provincia o la misma ciudad autónoma. Es que cuando más alto se ha volado en la fantasía, tanto más desestabiliza el tener que enfrentar los acontecimientos. Y ese baño de realismo que, en algún momento, los Kirchner deberán darse, suele producir un desacomodamiento que puede llevar a acciones temerarias, con gran poder de daño, y de las que pueda resultar muy difícil volver atrásð.
Agosto de 2007.
[1] “Indo-European and the Indo-Europeans: A Reconstructor and Historical Tipological Análisis of a PROTOLANGUAGUE and PROTO-CULTURA”, por I. Gamfrelidze, Universidad Estatal de Tbilise, Georgia, 1984. Citado en “Elogio y refutación del ingenio”, por José Antonio Marina, Editorial Anagrama, Barcelona, 1992, pg.15.
[2] “Teoría de la inteligencia creadora”, por José Antonio Marina, Editorial Anagrama, Barcelona, 1992, pg.139.
[3] “Unidad o enfrentamiento”, por Federico Pinedo, Librería Editorial Histórica, 2006, Buenos Aires, pg.19.
[4] “El hipnótico modelo populista”, por Marcos Aguinis, en La nación, 15-06-2007, pg.25.
[5] “Globalizar la democracia”, por Fernando A. Iglesias, Manantial, Buenos Aires, 2006, pg.143.
[6] “Globalizar la democracia”, por Fernando A. Iglesias, Manantial, Buenos Aires, 2006, pg.26.
[7] “Globalizar la democracia”, por Fernando A. Iglesias, Manantial, Buenos Aires, 2006, pg.134.
[8] “100 Ideas”, por Mario Bunge, Editorial Sudamericana, Buenso Aires, 2005, pg.211.
[9] “Centroizquierda e ineficiencia”, por Pacho O´Donnell, Diario Perfil, 08-07-2007, pg.14.
[10] “El laberinto sentimental”, por José Antonio Marina, Compactos Anagrama, Barcelona, 2002, pg.138.
[11] “Teoría de la inteligencia creadora”, por José Antonio Marina, Editorial Anagrama, Barcelona, 1992, pg.15.
[12] “Economía para todos”, por Roberto Cachanovsky, 17-03-2007.
[13] “La economía que viene”, por Paul Hawken, Alianza Editorial, Madrid, 1983, pg.101.

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