Wednesday, August 29, 2007

Argentina: afuera del mundo. Un aporte para
revertirlo con intensivo comercio internacional.

Las relaciones exteriores de nuestro país
han estado manejadas en los últimos años
en función de las necesidades políticas
locales. Sin estrategia alguna y con rumbo
sinuoso, con conductas imprevisibles e
improvisadas. Sin alianzas sólidas, confiables
ni duraderas. Casi nadie nos cree y por eso
estamos cada vez más solos en el concierto
de las naciones. Esta propuesta podría ser
una buena base de discusión y debate, para
poder revertir tantos y continuos desaciertos.

Desde siempre, los conceptos de comercio, milicia y diplomacia han estado mezclados, sea debido a razones económicas o políticas. Pero no siempre aquellos cobraron importancia en el mismo orden descrito. Unas veces, se privilegiaron los negocios; otras, a las alianzas políticas frente a un enemigo o un competidor; y en muchas otras, a la fuerza de las armas. Claro que en todos los casos, fue la política exterior de los gobernantes la que en última instancia estimuló -o, por el contrario, bloqueó- las posibles relaciones comerciales entre dos comarcas o regiones. Por ello, creemos que como hombres de empresa nos tiene que interesar cuál o cuáles son los criterios que orientan u orientarán la política exterior del futuro gobierno, ya que hasta ahora la posición errática y oportunista del Presidente y de su Canciller, está atentando contra la optimización de nuestro comercio exterior.

Antes, queremos transmitir un breve comentario sobre la convulsa situación económica internacional que hemos vivido en las últimas semanas. Los efectos de la crisis que se ha desatado en los mercados internacionales, como consecuencia de la explosión de lo que algunos llamaron “burbuja inmobiliaria” de los EE.UU., se harán sentir en todo el mundo, aunque, con muy desigual impacto. La menor demanda de bienes y servicios en el país del norte incidirá en forma directa sobre las exportaciones europeas, así como en las de China y las del sudeste asiático, Brasil, Rusia e India. Pero, las exportaciones en general están compuestas de productos con demanda elástica e inelástica[1], por lo que algunos productos sufrirán más que otros la caída de la demanda.

A través de la historia del siglo XX, en dos oportunidades al menos, los EE.UU. lograron “exportar” sus crisis económicas. La de 1929 dio la vuelta a todo el resto del mundo el que, en general, sufrió bastante más que el coloso norteamericano. La posterior devaluación de Roosevelt junto a la actividad generada por la 2da. guerra mundial, lo hicieron emerger con todo su poder y le permitió quedarse con “todas las bolitas en juego”. El segundo caso fue el de la crisis inflacionaria de finales de la década del 60, que terminó con una importante devaluación del dólar, la eliminación del respaldo en oro para el circulante y el encarecimiento del petróleo provocado por la creación de la OPEP (crisis que afectó a EE.UU., también en menor medida que al resto del mundo).

Ahora, nuevamente, los EE.UU. han empezado a licuar las reservas de dólares de todos los países (los conocidos “bonos a 30 años”), licuación de reservas que querían evitar a toda costa el economista francés Jacques Rueff y el presidente Charles De Gaulle, en este aspecto dos campeones meramente morales. Este tremendo desequilibrio de la económicamente nefasta presidencia de Bush (h) –quien recibió un presupuesto con superávit de 300.000 millones de dólares y lo entregará con más de 800.000 millones de déficit- será pagado, en mayor medida, por el resto del mundo, una vez más. Al mejor estilo argentino, los norteamericanos gastaron a cuenta de su producción y de sus riqueza futuras, sólo que, como ellos pueden imprimir dólares, tienen capacidad para dilatar y hasta para diluir los efectos negativos de sus políticas, por lo menos hasta tanto “la gilada, aunque tarde, se de cuenta”.

Previendo esta crisis, nuestro viejo conocido Wolf Ziur –un pseudónimo que utiliza un ex-periodista y ex-diplomático europeo acreditado durante varios años en Argentina-, nos hizo llegar un estudio geopolítico del comercio internacional, que denomina “Zonas articulares del comercio mundial – Recomendaciones para Argentina”. Para poder visualizar mejor esta hipótesis de trabajo, Ziur tomó un planisferio y lo dividió en tres figuras romboidales de distinto tamaño[2], que abarcan los siguientes espacios geográficos:

1) América (con sus vértices inferior y superior en los 75º de longitud oeste);
2) Euro-áfrica (con esos mismos vértices en los 15º de longitud este; y
3) Asia-oceanía (con dichos vértices en los 115º de longitud este).

Y precisamente, en cada uno de los vértices laterales de los rombos –todos ellos a una altura de 10º de latitud norte- están ubicados los países o regiones a los que el autor llama “zonas articulares”, es decir aquellas áreas en donde están situados países o regiones que actuarían como vasos comunicantes o correas de transmisión, entre estas tres grandes superficies del planisferio.

Según su punto de vista, estas zonas nos estarían indicando los países “que importan y cuentan” –obviamente, desde el ángulo de visión argentino y su potencial comercio-, porque, sea directa o indirectamente, tienen una significación superior a la hora de elaborar una estrategia geo-económica para el país (descontando además, la imprescindible relación especial con los países limítrofes). Desde ese enfoque, por lo tanto, esas naciones “significativas” son:

1) Rombo americano, lado occidental: Chile, Perú y México;
2) Rombo americano, lado oriental: Brasil; EE.UU. y Canadá;
3) Rombo afro europeo, lado occidental: España, Noruega, Senegal y Sudáfrica;
4) Rombo afro europeo, lado oriental: Rusia, Turquía y Emiratos Arabes;
5) Rombo asia-oceánico, lado occidental: Rusia, Irán e India;
6) Rombo asia-oceánico, lado oriental: Rusia, Corea, Japón, China y Australia.

AREAS ARTICULARES PARA EL COMERCIO EXTERIOR ARGENTINO
Fuente: "El estado del mundo", 2006, Ediciones Akal, Madrid








Australia
Brasil
EE.UU.
España
Rusia
Sudáfrica







Año 2004 (Cifras redondeadas)
Población
20.000
185.000
295.000
43.000
144.000
47.000

(en miles
(en miles
(en miles
(en miles
(en miles
(en miles

de habitantes)
de habitantes)
de habitantes)
De habitantes)
de habitantes)
de habitantes)
PBI total
602.000
1.462.000
11.605.000
972.000
1.449.000
502.000

(en millones
(en millones
(en millones
(en millones
(en millones
(en millones

de dólares)
de dólares)
de dólares)
de dólares)
de dólares)
de dólares)
Crecimiento
3,2%
5,2%
4,4%
2,7%
12,1%
3,7%

Anual
anual
anual
anual
anual
Anual







PBI per cápita
29.700
8.300
39.500
23.700
10.200
10.600

(en dólares)
(en dólares)
(en dólares)
(en dólares)
(en dólares)
(en dólares)







Inversión
24,5%
19,6%
19,6%
26,6%
18,5%
16,5%

(sobre PBI)
(sobre PBI)
(sobre PBI)
(sobre PBI)
(sobre PBI)
(sobre PBI)







Importaciones
105.000
63.000
1.473.000
249.000
95.000
49.000

(en millones
(en millones
(en millones
(en millones
(en millones
(en millones

de dólares)
de dólares)
de dólares)
de dólares)
de dólares)
de dólares)
Exportaciones
87.000
97.000
811.000
185.000
184.000
49.000

(en millones
(en millones
(en millones
(en millones
(en millones
(en millones

de dólares)
de dólares)
de dólares)
de dólares)
de dólares)
de dólares)
Energía
226,4%
84,8%
154,1%
24,1%
167,4%
129,1%
(Indice de
(Consumo vs.
(Consumo vs.
(Consumo vs.
(Consumo vs.
(Consumo vs.
(Consumo vs.
cobertura)
producción)
producción)
producción)
producción)
producción)
producción)
Deuda de la
20,5%
63,8%
70,7%
48,9%
12,4%
9,0%
administración
(sobre PBI)
(sobre export.)
(sobre PBI)
(sobre PBI)
(sobre export.)
(sobre export.)
pública







Con esos 24 países –si incluimos a los limítrofes Bolivia, Paraguay y Uruguay, que no están nombrados-, deberíamos mantener según el autor, “relaciones especiales y privilegiadas”, de manera tal de poder asegurarnos un soporte geo-económico sólido, que permita, además, soportar crisis futuras o eventuales desplazamientos de la masa crítica del poder o del comercio internacional. De aquel total, Wolf Ziur considera que con 6 de ellos (marcados en negrita en la página anterior y sobre los que se aportan datos comparativos) se deberían anudar “relaciones especialísimas de intercambio y negociación”, y destaca que ellos son: Australia, Brasil, EE.UU., España, Rusia y Sudáfrica. Y, particularmente, con Rusia, país sobre el que nos brinda más abajo un mayor detalle. Veamos los fundamentos en que basa la categorización de esos países articulares:

Australia

Aunque está situado en las antípodas de Argentina, pertenece –junto a India y a los otros países del sudeste asiático- al hemisferio sur, teniendo acceso aéreo transpolar a los mismos. Debido a su ubicación, Australia conoce y tiene contactos sólidos con los distintos mercados asiáticos, lo que sin duda puede facilitar las exportaciones argentinas por su intermedio –excluyendo, naturalmente los productos competitivos- y transformarse así en la puerta de ingreso de los productos argentinos a dichos mercados.

Brasil

En 1949, la renta per cápita argentina era 400% más grande que la brasileña, aunque hoy son prácticamente iguales[3]. El principal socio del MERCOSUR tiene “mañas” proteccionistas y burocráticas muy parecidas a las argentinas, aunque con tres claras diferencias: a) un mayor tamaño de su mercado consumidor; b) un más acentuado federalismo y un mayor poder de las corporaciones empresarias; y c) un mejor perfil competitivo internacional de su industria. Wolf sostiene que si no se hace una integración en serio entre ambos países –como la practicada por España cuando ingresó a la UE-, el estancamiento argentino persistirá y, paradójicamente, su “Brasil-dependencia” será cada día mayor.

España

A su juicio, España debiera transformarse en la puerta de ingreso de las exportaciones argentinas a la UE, y aún a otros países europeos que todavía están afuera de esa unión. Más allá de desacuerdos coyunturales, la relación de Argentina con España es muy intensa (aunque no tanta como la de ella con Chile, el vecino que supo capitalizar como nadie el ejemplo español de modernización). Nos recuerda Ziur que, hace apenas 20 años, el PBI de Brasil era 3 veces el de España y hoy es de apenas, una vez y media. Los intereses españoles en Argentina son todavía muy sólidos y –si no se los daña políticamente más de lo que lo han hecho en los últimos años- pueden resultar de gran ayuda para un despegue exportador local.

Estados Unidos

Se podrá discutir si EE.UU. es o no la “locomotora” de la onda expansiva del comercio mundial que comenzara a comienzos del siglo XXI. O apoyar o disentir acerca de si una crisis interna suya perjudicará al resto de los países del orbe. Pero lo que nadie puede discutir es que ese país ha sido y seguirá siéndolo por un buen tiempo el primer actor de la economía mundial. Y sería necio o poco realista no considerarlo así. Si bien es “petróleo dependiente” del medio oriente y Venezuela, no todos saben con exactitud cuántas son las reservas de petróleo y gas –no explotadas a full por ahora- de las que dispone en su territorio, incluyendo los inmensos espacios de propiedad de la marina norteamericana[4]. Por eso, los argentinos debieran despojarse de sus sentimientos anti-yankees y buscar la manera de llegar a acuerdos cooperativos, que podrían llegar a ser altamente beneficiosos para su país y sus futuras generaciones. “Lo que es poco para ellos, seguramente, es mucho para ustedes”, sostiene Wolf Ziur.

República Sudafricana

Sudáfrica es una verdadera potencia dentro de Africa, a quienes sus vecinos acusan de “imperialismo sustituto”. No escapa por cierto, al arrastre de siglos de pobreza y al avance implacable del SIDA, que ha disminuido su expectativa de vida de 62 años en 1990, a sólo 47 años en 2004[5]. No obstante, el prestigio y el liderazgo de su ex-presidente, Nelson Mandela, unidos a la buena organización gubernamental y privada heredadas de la anterior administración “blanca”, la transforma en la puerta de entrada ideal de productos argentinos al continente africano, cuya numerosa población –aunque de muy bajo poder adquisitivo-, es consumidora de alimentos que no produce.

Rusia

Rusia es un país gigantesco que tiene unos 150 millones de habitantes y un PBI per cápita de alrededor de 10.000 dólares (la cuarta parte del de EE.UU.; la tercera parte del de Alemania, Francia, Japón o Australia; pero el triple que India y casi el doble que el de China). Tiene límites geográficos con Europa, China, Japón y, nada menos, con EE.UU. (un caso único). La mezcla de exportaciones rusas es fundamentalmente inelástica: gas, petróleo, carbón, cereales y ganado. Rusia creció un 7% anual en promedio desde su última crisis y –al igual que en Argentina- sus problemas serios son la inversión -que es inferior al 20% del PBI- y una colosal cantidad de plata negra (la que si permiten blanquear en parte -sin hacer muchas preguntas-, les puede resolver el déficit de inversión por 3 ó 4 años).

Pero además, es un gran productor de oro en cantidades poco comunes pero imprecisas. Desde siempre fue mayor productor de oro que Sudáfrica que, aproximadamente, genera alrededor de 300 toneladas al año (con producción en descenso). Por su parte, Australia, China, EE.UU., Perú y Sudáfrica producen entre 200 y 300 toneladas anuales. Repetimos, no se sabe con certeza cuántas generan los rusos. Sí e conocen las reservas internacionales de su moneda en oro: alcanzan a casi 100.000 millones de dólares.

Pero, además, Rusia dispondrá -gracias a esa producción de oro y a sus exportaciones de gas y petróleo-, de una enorme capacidad de compra para los stocks sobrantes de manufacturas europeas, chinas, indias, coreanas y japonesas que la crisis –de persistir- seguramente generará. Por otra parte, la historia mundial del oro entre 1840 y el 2000, refleja una curva con forma de “serrucho” –siempre creciente-, con ciclos de 30 años en los que se produce un nuevo punto de inflexión y un nuevo crecimiento del valor. Y los analistas auguran que en el 2008 comienza un nuevo ciclo creciente.

El oro ha jugado un papel central en la economía rusa en el siglo pasado, porque le permitió competir militarmente con los EE.UU. después de la 2da. Guerra Mundial. Rusia y Sudáfrica manejaron por años el mercado del oro y, aunque popularmente se atribuyó el derrumbe del sistema comunista soviético a la “Guerra de las Galaxias” -impulsada por Ronald Reagan-, quien realmente le dió el golpe de gracia a la economía rusa fue Richard Nixon, cuando en 1971 decidió quitar el respaldo oro al dólar: vender los 22.000 millones de dólares -de ese entonces- que estaban guardados en Fort Knox; y –con su mentor Kissinger- establecer relaciones económicas con China. Por ese entonces, la onza troy se desplomó desde más de U$S 800 que valía, a poco más de U$S 200, y Rusia se descapitalizó de liquidez en muy poco tiempo, lo que la llevó a una situación crítica. Hoy la onza está a menos de U$S 700, pero la crisis que comenzó hace unos meses y que se agudizó durante agosto, es posible que la lleve a 800, 900 ó 1.000 dólares, si no más, si ella persiste.

Si este pronóstico se cumple, Rusia tendrá un potencial de capital tal que le permitirá crecer tanto en inversiones como en consumo, sin tener al mismo tiempo grandes caídas en sus exportaciones actuales. En el presente (datos del 2004), importa bienes –anualmente- por alrededor de 100.000 millones de dólares y exporta algo menos de 200.000 millones (igual al valor de toda su deuda externa), generando un colosal superávit que si bien la perjudica en materia de inflación de precios, le permite acumular reservas más que significativas (ver cuadro anterior).

Aunque –cabe advertirlo- hay otro problema que condiciona a la economía rusa: su alto nivel de corrupción, un factor que perjudica las inversiones y no genera confianza suficiente como para afianzar alianzas comerciales sustentables. Vaya como ejemplo lo que sucede con la compañía British Petroleum, el gigante petrolero inglés –mayoritariamente propiedad del Almirantazgo británico[6]- que sólo en dos países del mundo opera con socios locales: Rusia y Argentina. Está todo dicho.

Conclusión

Agradecemos a Wolf Ziur su desinteresada propuesta que, deseamos fervientemente, fuera recogida por algunos dirigentes con conocimientos y poder de decisión. Aunque más no fuere, como una hipótesis de trabajo o como un ejercicio práctico para generar políticas alternativas. Pero algo habrá que hacer, para tratar de salir des este remolino económico en el que alternativamente estamos flotando o hundiéndonos, desde 1950.

Lamentablemente, nuestro irascible y poco comedido Presidente, dejó pasar la enorme oportunidad de hacer buenos negocios con Rusia al someter a Putin a un improvisado, innecesario y humillante desplante. Tampoco ha sido acertada nuestra relación con EE.UU., España, y es casi inexistente con Australia y Sudáfrica. Sí sostenemos, con permanentes malos entendidos, una alianza llena de incertidumbres con Brasil. Nosotros creemos que valdría la pena intentar un cambio profundo.

Agosto de 2007
[1] Se dice que la demanda de un producto es elástica cuando una variación en el precio, afecta significativamente aquélla y, viceversa, es inelástica cuando la demanda se mantiene prácticamente constante (por ejemplo, la demanda de sal).
[2] Los tres rombos tienen similar valor en su diagonal mayor -es decir, la altura-, aunque cuentan con diferente valor en la diagonal menor -o sea, el ancho-.
[3] “Kirchner favorece un mundo ilusorio”, reportaje a Eduardo Viola, Dr. en Ciencia Política argentino radicado en Brasil, en Diario Perfil, 12-08-2007, suplemento El Observador, pg.12.
[4] “La crisis mundial de la energía”, por Michel Grenon, Alianza Editorial, Madrid, 1974, pg.101.
[5] "El estado del mundo", 2006, Ediciones Akal, Madrid, pg.181.
[6] “La crisis mundial de la energía”, por Michel Grenon, Alianza Editorial, Madrid, 1974.

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Perspectivas Microeconómicas Nº 98, agosto 2007

Retrato de la 1ª Dama: un verdadero bluff político,
y nuestra opinión electoral para octubre.

Tiene derecho a ser candidata. Los
electores tenemos el de conocerla.
Lo malo es que la conocemos poco,
porque poco aparece en los medios,
salvo cuando está “producida”,
fotográfica y dicursivamente.
Por eso, intentamos componer
un retrato que ayude a nuestros
lectores a decidir en la próxima
elección presidencial de octubre.

1. Introducción.

Un investigador de culturas, Merrit Ruhlen, ha llegado a aventurar que la primera palabra humana sonó hace más de 100.000 años y fue la palabra “tik”, que quiere decir “dedo”[1]. Mil siglos después, en un país económicamente siempre “en vías de desarrollo” pero políticamente muy primitivo –la Argentina-, su Presidente designa “a dedo”, como candidata a sucederlo en su puesto, a su mujer. Un par de años antes, también con cultura “tik”, la había impuesto como candidata a senadora en representación de la provincia de su nacimiento, cambiando la banca senatorial que ejercía hasta entonces en representación de su provincia de adopción. Estos hechos, que la mayor parte de la ciudadanía parece aceptar con sumisión y sin vergüenza –lo que nos parece un ejemplo bochornoso y nos transforma en el hazmerreír hasta de los latinoamericanos-, es propio de “Costa Pobre”, esa mítica creación del fallecido cómico Alberto Olmedo.

Los griegos llamaban eustochia a la destreza de conjeturar correctamente, o sea, la habilidad o aptitud para construir hipótesis acertadas[2]. Nos permitimos aplicar lo que -limitadamente- creemos cierta destreza, para tratar de elaborar el “retrato” de la candidata seleccionada por nuestro primer mandatario –en rigor, nuestro primer mandante o “mandón”- para sucederle en su empleo. Veamos.

1. Al igual que su marido, es reacia al diálogo. Es un rasgo típico de quienes buscan imponer sus puntos de vista en lugar de convencer con ellos. Por eso, no soportan conferencias de prensa, se irritan ante los juicios contradictorios y no toleran reuniones grupales controvertidas. Vale transcribir un excelente párrafo de “Unidad o enfrentamiento”, de Federico Pinedo: “El diálogo sirve para entenderse, pero para poder dialogar es necesario estar dispuesto a entender, a tender puentes entre lo propio y lo ajeno, a poner el espíritu en actitud de aceptar que el otro puede tener razón. Esa es la esencia de la tolerancia. ... Cuando uno quiere ganar, entonces no quiere entender. Son cosas distintas. En un caso uno oye. En el otro uno intenta hacer callar”[3].

2. Tampoco, como su marido, siente vergüenza de su demagogia y de su “populismo” que, como dice Aguinis, “siempre crea un enemigo externo, uno interno y otro anterior”[4]. El político populista aplica permanentemente una lógica oportunista que desprecia a los gobernados y se basa en la creencia de que la mayor parte de la ciudadanía “no entiende” y tiene “poca memoria”. Es la misma lógica que la del “estafador”, que subestima a sus víctimas y hasta suele gozar con su “sometimiento”. La conducta esencial del Presidente –y creemos que a su señora no le incomodó durante los pasados cuatro años- es, como la de todos los populistas -de izquierda o de derecha-, una mezcla de: aplicar astucia con sus adversarios + traición con sus laderos + obtención de servilismo por parte de sus amigos. Por eso, lo han ido abandonando o aumentando sus críticas personajes que se constituyeron en sus apoyos iniciales más lúcidos (Torcuato Di Tella, José Pablo Feinman, Pacho y Guillermo O´Donnell, entre otros).

3. Dicen que ella, la señora de Kirchner, en algún momento expresó: “Jauretche, me abrió la cabeza”. Claro, demuestra 50 años de atraso. Porque se trató de un nacionalismo auténtico pero claramente ineficaz. Ideológicamente, le dio sustrato teórico –a nuestro juicio equivocado- a un sistema económico que nos empujó a la decadencia y al retroceso. Decimos, además, que resultó ineficaz porque nos llevó en un tobogán hasta 1992, y tal como claramente explicara el periodista de izquierda, Fernando Iglesias: “El “imperialismo” –nacionalismo de los países avanzados-, no puede ser combatido eficazmente con el “tercermundismo” –nacionalismo de los pobres-, sino con cosmopolitismo y globalización”[5].

4. “En la era de la globalización, un verdadero pensamiento democrático y progresista, no puede ser sino antinacionalista y mundialista”, afirma Iglesias[6]. Lo que no se compatibiliza con la tendencia pro-chavista del Presidente y con el deslumbramiento de su mujer, quien -por lo menos hasta hace un tiempo- sostenía entre sus íntimos: ¡Es Perón! ¡Es igual a Perón! Ambos –el matrimonio-, están fuera de época, porque hoy las empresas multinacionales han meta-nacionalizado la economía mundial y han desacomodado a los localismos territoriales, salvo en lo que se refiere a la tradición y la historia de los ancestros (valga un ejemplo sencillo: los productos con patente norteamericana, que son diseñados en Japón y manufacturados en China, ¿a qué “nación” pertenecen?).

5. Refiriéndose a esta simpatía por el ex-Coronel Chávez –que en verdad suena más a interesada que a sincera-, conviene recordar que el argumento utilizado por el matrimonio Kirchner –la “autodeterminación de los pueblos”-, ha sido siempre una cortina de humo para convalidar moralmente y dar respaldo a regímenes inmorales, que no respetan ni la vida ni los bienes de sus adversarios políticos. La “absolutización del principio nacionalista de la autodeterminación de los pueblos ... es (una) fuente inagotable de autoritarismo y opresión de las minorías”, dice nuestro ya citado Fernando Iglesias[7]. Por eso, creemos que esta supuesta tolerancia de la 1ª dama a la dictadura de Chávez, es una típica tolerancia suicida, porque tolera a la intolerancia[8].

6. Lo más curioso de esta posición progresista, es que está detenida en el tiempo. Hasta un insospechado intelectual de centro izquierda como Pacho O´Donnell lo destaca al preguntarse: ¿Es la centro izquierda inevitablemente ineficaz? Y responde: “Esa sombra parece estar expandiéndose sobre los partidos de ese signo a nivel mundial”, y agrega: “acaba de perder elecciones en Bélgica, en España, en Suecia”. Para continuar su artículo subrayando la parte sustancial del discurso de asunción del premier Sarkozy, en Francia, y terminar con dos frases impactantes: “Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente”, y parecería que “Hacer es lo mismo que proponer, y gobernar es lo mismo que anunciar”[9].


2. Sus posibles colaboradores

Veamos algunos comentarios acerca de quienes serían sus pocos colaboradores hasta hoy conocidos:
a. Ante todo, su marido, el “estratega” del “pingüinismo femenino”. El, es un verdadero bluff político que nos hace a acordar al film “Héroe por accidente”, porque llegó nada menos que a Presidente con el “padrinazgo” –confesión de la señora de Kirchner- de otro supuesto “estratega” ajedrecista, Eduardo Duhalde, “el manejador de tiempos”. Kirchner –gracias al acuerdo inicial con el Grupo Clarín y con buena parte del periodismo, sobre todo el llamado “progresista”-, impresionó a buena parte de la opinión pública como un líder fuerte y corajudo, similar a Alfonsín en su momento. Pero, poco a poco, muchos ciudadanos descubrieron que aquél era un dirigente que nos “corría con la parada”, tipo “agarrenme, que lo mato”. Y Kirchner, como él, también “se la creyó”.

El primer síntoma que hizo sospechar de la endeblez del actual Presidente como gobernante, fue la elección de su equipo de gobierno: unos pocos personajes grises pero de confianza, junto a algunos trasvasados obsecuentes, a uno que otro pavo real o figurón, y a varios resentidos sociales prontos para la sumisión. Desde luego, nadie que le pueda hacer sombra política ni intelectual. Es cierto que muchas veces, en la historia de los países o de la empresas, surgieron líderes que fueron exitosos, pese a sus significativos complejos de inferioridad y a su temor a la competencia. Y este sería uno de esos casos. Pero, en general, sus reinados supieron tener final abrupto y violento, porque no son individualistas por opción sino individualistas mesiánicos, y tienen un secreto temor a enfrentar adversarios de fuste aplicando un creciente autoritarismo.

Dice José Antonio Marina, “En las culturas muy individualistas los sujetos experimentan más emociones centradas en el ego: ira, orgullo o satisfacción por los logros. En las comunidades con sujetos más interdependientes ellos dirigen sus emociones hacia los otros: empatía y respeto”[10], en un párrafo que le cuadra al personaje presidente. Por eso, mantiene esa crispación permanente, junto a la iracundia a flor de labios y a una constante posición de víctima, jamás culpable de nada (y que, también como Alfonsín, se morirá pensando que “no lo dejaron hacer los cambios”).

Ahora bien, ¿por qué pensar que la señora de Kirchner sí puede hacer esos cambios? ¿por qué no pensar que se trata de otro bluff político; pura apariencia y poca sustancia? Nosotros creemos que, lamentablemente para la ciudadanía, también lo es. Sin duda que es mucho mejor actriz que él actor y, tal vez, menos solapada, más sincera o, creemos, algo menos macaneadora. Por ello, sólo podrá impresionar bien por menos tiempo de lo que pudo impresionar él. Quizás, hasta que su próximo doble discurso -como el que ejercitó con referencia al Consejo de la Magistratura, pasando de adalid a sepulturera de esa institución- quede al descubierto. Por eso nos parece que, si ganase en octubre próximo, la sociedad tendría –antes del 2009- una nueva desilusión colectiva en algo más de seis décadas. Además, esa búsqueda de impacto “aparentista” sólo puede deslumbrar durante el período de lanzamiento, porque luego habrá que enfrentar la realidad. Ambos cónyuges parecen no tener categoría para percibirla, pues parecen confundir “gestión con gesto”, por lo que “gesticulan pero no ejecutan” (Lavagna dixit).

Creemos que Néstor Kirchner se ha equivocado estratégicamente –salvo que la gravedad de su salud fuese mucho mayor a la que suponemos- y que este despreciativo “dedazo” le hace correr un doble riesgo: por un lado, el de no lograr un triunfo en la primera vuelta y, por lo tanto, estar expuesta su señora a un ballotage siempre incierto; y por el otro, a que ella enfrente un deterioro de la situación económica tal que no le dejase indemne a él para pretender volver en el 2011. En esta decisión parece haber actuado más su omnipotencia que su sagacidad.

b. Ahora bien, ¿quién es la primera espada “cristinista”? Pues nada menos que Alberto Fernández, el Jefe de Gabinete del actual Presidente. Un hombre éste, para quien cualquier medio utilizable para conquistar el poder es legítimo –aún los que tienen categoría de bajezas-, sobre todo, si con ellas destruye moralmente al oponente. Porque para él, vale la consigna de que “el mejor enemigo es el que está muerto” (metafóricamente hablando, claro). ¡Total, siempre hay tiempo de desdecirse! Pasó con Olivera en las elecciones de 2005 y, recientemente, con Mauricio Macri. En Perspectivas Microeconómicas no nos gusta utilizar argumentos ad hominem pero, ante la encriptación comunicacional de Cristina Fernández de Kirchner, no nos queda otro recurso que ahondar en sus principales colaboradores conocidos.

Alberto Fernández es una persona que no vacilaría en poner todo el servicio de espionaje estatal, a investigar debilidades humanas, incongruencias, fallas, contradicciones y hasta las costumbres sexuales de sus adversarios. Como todo personaje menor, carente de luz propia, necesita opacar a los demás para poder creer así, que ello le otorgará algo de luz a su pequeña figura, siempre pronta a las campañas arteras. Pero, como decían nuestras abuelas: “el que hurga en la roña, es un roñoso; el que revuelve la inmundicia, es un inmundo; y el que se revuelca en la miseria, es un miserable”. Si así procede su principal operador, ¿de qué cambio político nos puede hablar la señora de Kirchner?

c. En cuanto a sus futuros colaboradores en materia económica, Felisa Miceli -“la mujer de la bolsa”- no cuenta más, y también debiera descartarse a Romina Piccolotti en Medio Ambiente, por nepotismo ecológico. Por otro lado, los nombres de economistas que andan rondando (Blejer, Nofal, o Redrado, que no son todos de similar nivel pero que gozan de parecido respeto entre sus colegas), junto a la anunciada partida de De Vido y de Moreno, pueden aflojar en parte la crispación generalizada existente entre empresarios e inversores, aunque se dude de la calidad de su gestión debido a los frágiles escenarios que le deja su marido en materia de inflación y gasto público. Y el oscuro –aunque limpio desempeño- de Graciela Ocaña en el PAMI, no la torna en un personaje políticamente seductor. No obstante, el nefasto “albertismo” considera a la mujer del Presidente, una pieza insustituible para el enfrentamiento con Elisa Carrió.

d. Finalmente, salvo el actual Canciller Taiana –de tan gris actuación en el conflicto con las papeleras de Uruguay-, no se conocen hasta ahora otros nombres. Porque todo se hace depender de los distintos apoyos políticos que habrá de ir consiguiendo la candidata y, además, porque continuará con el esquema y el estilo de su marido: todo es coyuntura, no hay planes ni estrategias para el futuro, tan sólo reacciones improvisadas, voluntaristas o autoritarias. “Sólo podemos ver lo invisible, si se lo está buscando”, decía Sherlock Homes, y este “modelo” del matrimonio no busca nada, excepto quedarse en el poder, y olvidando aquello de que aún el más arriesgado explorador lleva un mapa o un croquis en su equipaje[11].

Conclusiones

1. Pensamos que, contra lo que afirmaba el Presidente hasta hace un año, el oficialismo ya no gana hasta con el Ratón Mickey de candidato. La inflación está descontrolándose por incrementos reales de costos y por la excesiva emisión destinada a sostener un dólar que tiende a bajar, aquí y en todo el mundo (el circulante que, en 1999 o 2001 era de poco más del 5% del PBI, ahora es del 7,8% y desde el 2004, no baja del 7%[12]). En contrapartida, el superávit fiscal tiende a decrecer y a evaporarse (en 2006, 2,7%). Y, por otro lado, recordemos que “Una recesión económica se produce cuando los niveles de producción y consumo alcanzados no pueden mantenerse. El derrumbamiento económico sucede cuando una recesión coincide con un excesivo nivel de endeudamiento”[13] (aunque es cierto que la recesión –de tener lugar- difícilmente sucedería antes de las elecciones).

2. Creemos que Néstor Kirchner cometió un grueso error al designar a su señora de candidata, lo que le puede significar una victoria a “lo Pirro”, o hasta una derrota. Ella tiene menores condiciones todavía que él, mucho menos experiencia de negociación política y carece de antecedentes en la función ejecutiva. Para el votante -aún el simpatizante del oficialismo- ello entraña un riesgo. Y todavía, no estamos totalmente convencidos de que no se de marcha atrás con su candidatura –alguna enfermedad oportuna mediante- y termine siendo, en definitiva, su marido el candidato.

3. Esta suerte de derechización –al menos aparente- del gobierno, deja un campo liberado para un candidato de izquierda. Originalmente, este gobierno comenzó con una visión tercermundista, laica, anti-fuerzas armadas, declarativamente nacionalista y con alta intervención estatal en la economía. Es casi imposible que su gobierno se aparte de ese matiz de izquierda, pero ello no será admitido públicamente y así el espacio podría quedar baldío y fértil para un postulante de centro izquierda.

Claro que, ni Sobisch, ni López Murphy, ni Puerta, pueden ocuparlo con credibilidad en esa postura, tal como dijimos en el resumen del análisis realizado para el desayuno del 18 de julio pasado. Quedan solamente Lavagna y Carrió: uno, con experiencia exitosa pero sin ningún carisma, y otra, con mucha llegada al votante pero sin gestión alguna como antecedente. Pensamos que, si hubiera ballotage –hipótesis posible-, alguno de ellos dos estaría entre los contendientes con Cristina Kirchner. Y nos parece que Carrió tiene más chances y mejor crédito que el ex ministro, que –es bueno recordarlo- acompañó a Kirchner por tres años.

4. En un país en que la situación económica es tan fluida y en el que los sucesos políticos son más volátiles que en otras sociedades, todavía podrían aparecer algunas sorpresas de aquí a octubre. No es imposible que la desesperación pueda llevar al Presidente a tomar medidas aventuradas: desde un rompimiento con el Reino Unido por la cuestión Malvinas, hasta decretar el Estado de Sitio por las protestas políticas que surgirán; desde reemplazarla a ella como candidata, hasta intervenir alguna provincia o la misma ciudad autónoma. Es que cuando más alto se ha volado en la fantasía, tanto más desestabiliza el tener que enfrentar los acontecimientos. Y ese baño de realismo que, en algún momento, los Kirchner deberán darse, suele producir un desacomodamiento que puede llevar a acciones temerarias, con gran poder de daño, y de las que pueda resultar muy difícil volver atrásð.
Agosto de 2007.
[1] “Indo-European and the Indo-Europeans: A Reconstructor and Historical Tipological Análisis of a PROTOLANGUAGUE and PROTO-CULTURA”, por I. Gamfrelidze, Universidad Estatal de Tbilise, Georgia, 1984. Citado en “Elogio y refutación del ingenio”, por José Antonio Marina, Editorial Anagrama, Barcelona, 1992, pg.15.
[2] “Teoría de la inteligencia creadora”, por José Antonio Marina, Editorial Anagrama, Barcelona, 1992, pg.139.
[3] “Unidad o enfrentamiento”, por Federico Pinedo, Librería Editorial Histórica, 2006, Buenos Aires, pg.19.
[4] “El hipnótico modelo populista”, por Marcos Aguinis, en La nación, 15-06-2007, pg.25.
[5] “Globalizar la democracia”, por Fernando A. Iglesias, Manantial, Buenos Aires, 2006, pg.143.
[6] “Globalizar la democracia”, por Fernando A. Iglesias, Manantial, Buenos Aires, 2006, pg.26.
[7] “Globalizar la democracia”, por Fernando A. Iglesias, Manantial, Buenos Aires, 2006, pg.134.
[8] “100 Ideas”, por Mario Bunge, Editorial Sudamericana, Buenso Aires, 2005, pg.211.
[9] “Centroizquierda e ineficiencia”, por Pacho O´Donnell, Diario Perfil, 08-07-2007, pg.14.
[10] “El laberinto sentimental”, por José Antonio Marina, Compactos Anagrama, Barcelona, 2002, pg.138.
[11] “Teoría de la inteligencia creadora”, por José Antonio Marina, Editorial Anagrama, Barcelona, 1992, pg.15.
[12] “Economía para todos”, por Roberto Cachanovsky, 17-03-2007.
[13] “La economía que viene”, por Paul Hawken, Alianza Editorial, Madrid, 1983, pg.101.

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